Esculturas en Roma

Algunas de las esculturas más famosas de Roma ha resucitado de su subsuelo dando origen a una nueva vida, sorprendiendo a quienes asisten a ese milagro. Un precioso ejemplo de estas esculturas que resucitan en Roma, cuerpos que resurgen, es el Laocoonte.

Otras nacen para el escenario. Desde su origen están destinadas a una brillante carrera de actores intrepretando papeles fundamentales, con una memoria prodigiosa. En muchos casos, además, forman parte y representan algunas piezas únicas, protagonistas en fuentes, palacios y monumentos de Roma. Entre ellas, destacan por su fuerza y belleza las esculturas de Miguel Ángel y las de Bernini. Un Titán el primero y un Mercurio el segundo, cambiaron el rostro, las esculturas de Roma, que la respresentan.

Ahora bien, a ellas también las podemos encontrar entre el público, como ciudadanos de a pie, a veces sin rostros, sin nombres, uno más entre los romanos. En ese caso, hablan en romanesco, con la sagacidad y doloroso humorismo de quienes encarnan la vida de Roma, aunque sean de piedra. Estatuas hablantes que, sin facciones, asumen las de todos nosotros.

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