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Qué ver en el Vaticano

Que ver en el Vaticano

Visitar el Vaticano es una de las experiencias inolvidables de tu viaje a Roma. Nada de lo humano parece quedar fuera de este diminuto estado: miserias y grandezas del ser humano concentradas en pocas hectáreas. ¿Qué ver en el Vaticano? Todo lo que se pueda, pero sin pretender abarcar siglos y siglos de historia y una de las colecciones de arte más ricas, por número y calidad, de todo el mundo.

En este artículo compartimos contigo algunos consejos para que descubras qué ver en el Vaticano y te ubiques entre tantas joyas del arte. Nos encontraremos con arquitecturas famosísimas y obras maestras que nos han acompañado en la imaginación y podremos contemplar en vivo y en directo. Hay muchísimas y para todos los gustos: arte egipcio, contemporáneo, esculturas, tapices, joyas, libros… Un mundo que te está esperando y del que te indicamos algunos puntos cardinales para no perderte. Te invitamos aquí a disfrutar del Vaticano por dentro y por fuera.

 1. Plaza de San Pedro

Igual que al escuchar una overtura o el inicio de una narración, la plaza será la que nos introduzca en este mundo que sigue pulsando desde una pequeña y destartalada tumba sobre la que se construye el gigantesco edificio -todo un orbe- de la basílica.

Para saber qué ver en el Vaticano tenemos que viajar primero en horizontal. Recorrer la elipse de la plaza, pasear a la sombra de sus columnas como si fuéramos planetas en órbita en torno a la radiante luz atrapada por su obelisco, o contemplar un mundo de gente que gravita por esta plaza mientras el agua de las dos fuentes alivia y nos recuerda que gracias a ella inicia la vida.

Si caemos en Plaza San Pedro como si fuéramos una piedrecita (pedrito) en un estanque, podemos ir avanzando en círculos cada vez más amplios.

Primero visitaría la plaza para luego entrar en la basílica de San Pedro.

2. Basílica de San Pedro

Este templo gigantesco que ocupa gran parte del estado – ciudad del Vaticano te ofrecerá algunas de las experiencias más importantes de tu viaje a Roma. Aunque está dedicada al ‘príncipe de los apóstoles’ en su fachada no encontrarás el nombre de Pedro… sino de Pablo, más concretamente Paolo V, por ser el nombre del papa que concluyó la fachada. Acostumbrados a verla en la tele o en imágenes, cuando la tenemos ante nuestros ojos en toda su extensión, es una lectura que asombra, trae emociones y recuerdos a la memoria, es un rostro con rasgos y carácter, que nos invita a conocer más, a entrar.

Pasillos llenos de tapices o esculturas, filas de columnas o la línea de la fachada, son los pequeños horizontes que vemos a lo largo. Pero sobre todo, nos invitan a caminar, a recorrer esas líneas bien orientados, buscando esa gloria o cátedra del Bernini que nos encontramos al entrar en la basílica.

A lo largo de nuestro recorrido buscando las bellezas que ver en el Vaticano, tenemos siempre en el recuerdo la meta. Es como la visión que nos ofrece via della Conciliazione. El escenario final es el que Bernini en la plaza, Maderno en la fachada y cientos de artistas en el interior, han creado para que podamos representar nuestro papel.

Todo lo que será, está en el inicio

Sin embargo, esta visión inicial, tiene que completarse también en vertical, desde el subsuelo hasta lo alto de su cúpula. Es más, para ver el Vaticano tenemos que descubrirlo en las 4 dimensiones, con volumen. Entramos y empezamos no sólo a ver sino a sentir, lo que nos regalan estos lugares, yendo más allá de lo que esperábamos. En cierta manera, se trata de un regreso al infinito, a unas fuerzas y una grandeza, que escapan a nuestro control. Y, al mismo tiempo, nos ofrece contemplar las obras de manos amigas que han creado colores y formas que nos consuelan.

3. La cúpula de San Pedro

Acercanos al Baldaquino, bajo ese cielo de cúpula y no cansarnos de mirar hacia lo alto. Desde abajo lo más alto, esos 136 metros, nos parecen un cielo cercano, protector. Sin embargo, cuando subimos y nos vemos desde lo alto, comprobamos lo pequeños que somos las personas desde arriba. Y también la grandeza incomparable de lo que está fuera, más alto, más allá, de lo que genios como Miguel Ángel o Domenico Fontana, han podido construir. En el Vaticano no dejes de ver lo que eres en relación con sus alturas y los panoramas que te ofrece.

Voy bajando de la cúpula y me parece escuchar la invitación dada hace siglos a unos pescadores: Duc in altum, (ve, mar adentro) siendo ‘alto’ no las olas que se elevan, sino los lugares más profundos. ¡Veamos qué nos encontramos!

Algo que muchos no saben es que se puede subir a la Cúpula de la Basílica de San Pedro. Sí, sí, subir literalmente. Se puede ver desde cerca en su interior en un pasillo que rodea su circunferencia y permite ver sus frescos y belleza desde cerca. Además, en la subida uno puede pasear por los tejados de la basílica viendo la Plaza de San Pedro desde arriba.

No sólo eso, sino que la cima de la cúpula está adaptada como una especie de mirador al que se puede acceder y que ofrece una de las mejores vistas de Roma.

Mi consejo es que, para subir a la Cúpula y vivir esta experiencia al máximo, lo hagas formando parte de nuestro tour Basílica de San Pedro con subida a la Cúpula. En él, no sólo las entradas a la Cúpula están incluidas y no deberás preocuparte, sino que nuestra guía te hará ver y disfrutar de cada detalle. Además de guiarte y encargarse de todo el proceso de entrada a la basílica y a la Cúpula. Una experiencia que no te puedes perder. ¡Haz ‘clic’ en el enlace de abajo y reserva!

4. Capilla Sixtina

En las profundidades del Vaticano se encuentra un cementerio, los famosos Scavi, pero también la zona arqueológica de la via Triunfal o Santa Rosa. Si queremos entender de verdad lo que vemos en superficie, el esqueleto que lo mantiene, tenemos que entrar en los Scavi, aunque es difícil reservar esta visita.

Mucho más fácil, accesible y siempre muy interesante como lugar que ver en el Vaticano, está la cripta de los papas. Se trata de una zona profunda, bajo altar central y que acoge las tumbas, recuerdos y memorias de muchos papas que han dejado una huella importante en la historia. Además, podremos acercarnos a la zona que es ‘piedra angular’ de la basílica, el lugar donde quedó la memoria de San Pedro.

Ahora bien, en el corazón del Vaticano y de los Museos Vaticanos entre miles de memorias y arte, recorriendo la península de las maravillas a través de la Galería de los Mapas, podemos llegar a sus entrañas que yo sitúo en la Capilla Sixtina. Esta Capilla, con los frescos de los artistas florentinos, umbros y del gran Miguel Ángel, recoge como en una semilla, historias de vida y vidas, desde el inicio del tiempo hasta el Juicio Final. Entrañas, profundidades misteriosas, un mar de imágenes en el que sumergirnos y que no podemos dejar de visitar en el Vaticano.

5. La Piedad de Miguel Angel

Nada más entrar en la basílica, a la derecha, nos encontraremos con la Piedad de Miguel Ángel. Antes de buscar la longitud, las grandes distancias, te invito a explorar los laterales, la anchura, los lugares en los que la ‘piedad’ te espera. En estas capillas laterales encontraremos muchos tesoros de arte, como las famosísimos monumentos funerarios de varios papas, y lugares de silencio y meditación como la Capilla del Santísimo Sacramento. Porque las gigantescas dimensiones de altura y longitud, no se sostienen si una anchura que las sostenga.

6. Los Jardines Vaticanos

En este sentido, tenemos que ensanchar los horizontes llegando incluso los jardines vaticanos. Se trata de un maravilloso espacio exterior, combinación de arte y naturaleza que hace ensanchar la mirada y explayarnos. No podemos quedarnos sólo en las alturas y la mirada necesita encontrar en la naturaleza ese buen lugar para degustar tantas bellezas, invitando a tumbarnos sobre la hierba y al fin quedar en silencio. Los jardines nos invitan a un paseo buscando las sombras reparadoras en verano. Ellos envían agradables brisas y, cuando estamos en las salas de los Museos, nos hacen descansar la vista.

Vista de los Jardines Vaticanos desde la cupula de San Pedro

Ahora bien, para todas estas maravillas que ver en el Vaticano hay que entrar, teniendo en cuenta todos los requisitos: Entradas en los Museos Vaticanos y cuándo conviene visitarlos u otros consejos a la hora de visitar el Vaticano como, por ejemplo, dedicarle por lo menos un día. La calma es fundamental para disfrutar. Ocupar nuestro sitio o como popularmente se dice, ‘estar a tus anchas’, es una preciosa forma para disfrutar de todas estas maravillas que ver en el Vaticano. Párate y, donde puedas, ponte cómodo.

7. Museos Vaticanos, qué ver en el Vaticano por dentro

Explorar los Museos Vaticanos, la plaza y la basílica por cuenta propia puede ser una tarea abrumadora, debido a su tamaño y a la multitud de visitantes que los recorren a diario. Por esta razón, hacer un tour creo que es la mejor opción para aprovechar al máximo tu visita.

Nuestra agencia ofrece tours guiados por expertos que te permitirán disfrutar de una experiencia enriquecedora y sin complicaciones en los Museos Vaticanos. A continuación, te presentamos algunas de las razones por las que hacer la visita guiada del Vaticano con enroma.com es la mejor elección:

En resumen,

hacer un tour con enroma.com es la mejor opción para visitar los Museos Vaticanos. Con acceso prioritario, guías expertos, itinerarios optimizados y un servicio personalizado, podrás disfrutar de una experiencia enriquecedora y sin complicaciones mientras exploras esta impresionante colección de arte y antigüedades.

Por último, te ofrecemos también nuestros consejos para que encuentres un buen hotel cerca del Vaticano. De hecho, el barrio de Prati es una buena zona para alojarte durante tu visita a Roma.

8. Castillo Sant’Angelo: Un apéndice del Vaticano en Roma

Siguiendo el Pasetto, las murallas que protegían el paso entre el Vaticano y el castillo puesto a orillas del Tíber, es como si pudiéramos entrar en un monumento cuya historia está ligada indisolublemente a las vicisitudes de los papas a lo largo de muchos siglos.

De ahí que, a la hora de indicar qué ver en el Vaticano, no pueda dejar de citar el Castillo Sant’Angelo, situado muy cerca de Plaza San Pedro. Desde él, además de poder admirar obras de arte como las estancias de papa Paolo III, tendrás una de las vistas más bonitas del Vaticano. Bajo la estatua del ángel que enfunda su espada, en la gran terraza del castillo, podrás ver desde lo alto esa ciudad – mundo que es uno de los regalos que nos ofrece Roma.

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