Icono del sitio EnRoma.com

El clima en Roma

Roma es la “Ciudad Eterna” y parece mantenerse inalterable a lo largo del tiempo. Lo único que varía en ella, que la transforma cada año, son las diferentes estaciones; como si de una metamorfosis permanente se tratara. En este artículo te contaremos las características, las fiestas y productos típicos de cada una de ellas. Así como todo lo que debes saber sobre el clima en Roma.

Previsiones del tiempo en Roma

Si piensas viajar a la capital italiana en los próximos días, antes que nada, consulta las previsiones del tiempo en Roma. Seguidamente, y según el clima previsto, elige una actividad bajo techo o al aire libre para disfrutar al máximo tu estancia en Roma:

Información sobre el tiempo en la Ciudad Eterna

El clima romano es  suave y templado, -excepto algunos días de canícula estiva- por lo que cualquier época del año es buena para visitar la ciudad. Si lo comparamos con el de cualquier otra capital europea, incluida Madrid, comprobaremos que las temperaturas son notablemente más elevadas casi todo el año.

Las lluvias se concentran entre noviembre y febrero, cuando el número de visitantes disminuye y es frecuente el frío. Desde abril hasta mediados de junio/principios de julio, la ciudad cuenta con un tiempo bastante agradable. Los meses de julio y agosto son los más cálidos, con temperaturas que suelen superar los 30°C. Marzo y abril también ofrecen días calurosos y noches frescas. No obstante, el mes más idóneo para conocer Roma en nuestra opinión es octubre, con sus famosas tardes soleadas, las “ottobrate”.

Debido a su gran humedad, la sensación térmica en la ciudad es intensa tanto en invierno como en verano. Por lo que es recomendable venir previsto con la ropa adecuada para cada estación. Las temperaturas medias en los meses de invierno van de los 5º a los 15º C, mientras que en verano oscilan entre los 25º y los 35º C.

Gráfico de el clima en Roma el 2017

El clima en Roma según las estaciones:

El tiempo en Roma en Invierno

Los meses más fríos en Roma son enero y febrero. Durante estos meses de invierno las temperaturas mínimas rondan los 5ºC y por la noche puede llegar a helar. ¡Así que no olvides meter en tu maleta un gorro, una bufanda y suficiente ropa de abrigo!

No obstante, la temperatura suele ser bastante agradable durante el día. Al caer el sol podrás pasear entre mercados navideños, pistas de patinaje sobre hielo, tiovivos, atracciones, tenderetes de comida, etc. La Navidad y el fin de año son festividades importantes para los romanos. Las plazas se engalanan con sus famosos belenes (presepi) y los zampognari, músicos que desde hace siglos tocan durante estas fechas por las calles de la ciudad.

Nuestro tour por las plazas de Roma te puede ayudar a disfrutar del ambiente de la ciudad durante el invierno. No importa que los días sean más cortos, pues las luces de la ciudad, de sus rincones y bellezas, nos arropan.

A todo esto hay que sumarle la menor afluencia de turistas, lo que significa precios más accesibles y museos sin multitudes que te retrasen. Ven a gozar de la belleza de la capital italiana envuelta en un ambiente tan especial y no pierdas la ocasión de probar el tradicional chocolate caliente o las trufas de Tre Scalini. (Con un poco de suerte, podrías incluso disfrutar de Roma bajo la nieve).

La Basílica de Santa Maria Maggiore durante una nevada en Roma

El clima en Roma en Primavera

La capital de Italia luce sus mejores galas durante la estación más florida, idílica y sugerente. Las temperaturas más suaves, la gran cantidad de eventos especiales y los precios más económicos son los motivos que hacen que Roma sea especialmente atractiva entre abril y junio.

Como podrás imaginar, la Semana Santa y la Pascua son dos grandes acontecimientos en Roma. Destacan el vía Crucis en el Coliseo, la Misa del Domingo de Pascua y la bendición Urbi et Orbi en la Plaza de San Pedro. Por último, el lunes de Pascua o Pasquetta, un gigantesco despliegue de fuegos artificiales ilumina el cielo sobre el Tíber.

Con los días más largos y la naturaleza que se engalana, podrías hacer una excursión hasta Florencia (la bella Flor), o gozar con los jardines de Tívoli, con villa D’Este y villa Adriana.

También merecen la pena el Aniversario de la Fundación de Roma en abril, el Día de la República en junio o la Festa della Primavera. Este festival, celebrado entre marzo y mayo, transforma la Plaza de España y su Escalinata en un alboroto de coloridas flores.

En primavera hay más horas de luz, las temperaturas van en aumento y el frío se va disipando. Por otra parte, no hay tantos turistas como en los meses de verano. Si escoges esta época del año para visitar Roma, no sólo evitarás el intenso calor y las grandes multitudes, sino que también podrás degustar los huevos de chocolate, los roscones de Pascua, la torta de queso o “pizza di Pasqua”… así como disfrutar de la belleza y el aroma natural de las flores, árboles y jardines florecientes.

Vista desde el Roseto Comunale, en el Aventino, en primavera.

El tiempo en Roma en Verano

Con el verano llega el buen tiempo, más horas de sol y las atracciones turísticas abren hasta más tarde para que todos puedan disfrutar de ellas. El clima en Roma veraniego suele ser bastante intenso y pegajoso. Algunos días, debido a la gran humedad, la sensación térmica puede llegar a ser incluso agobiante. Sin embargo, la agradable temperatura nocturna invita a salir y disfrutar de la ciudad eterna en su máximo esplendor.

Por tanto, un tour con el fresco de las catacumbas o disfrutando de Roma al atardecer, quizás con una parada para un buen aperitivo, sería un plan perfecto.

Eso si, son imprescindibles una gorra o sombrero, unas gafas de sol y ropa fresquita para combatir el calor. Y recuerda meter también en tu equipaje un pañuelo o algo para cubrirte cuando visites los templos. Trata de evitar los exteriores durante las horas más fuertes de sol (lugares como el Foro Romano o la Plaza de San Pedro que apenas tienen sombra) y procura refrescarte a menudo. Los nasoni, los gelati y las grattachecca (una especie de granizado romano) serán tu mejor aliado. ¡Tomarás una media de tres diarios!

Turistas disfrutando de un delicioso gelato en la escalinata de Plaza España.

Aprovecha también para sentarte a la sombra en alguna terracita para disfrutar de un cóctel acompañado de un buen aperitivo. Esta es una costumbre muy popular en Roma que comienza a partir de las 6-7 de la tarde, cuando muchos bares, pubs y cafeterías ponen a disposición de sus clientes un buffet más o menos variado.

Durante esta época, se abrirá ante ti un abanico infinito de posibilidades para ver y hacer en la ciudad. Sin embargo, algunos comercios no relacionados directamente con el turismo cierran sus puertas para escapar de las oleadas de turistas y el calor sofocante de la capital. Los incontables eventos musicales, las exposiciones y la vitalidad de sus calles y a lo largo del río Tíber son motivos especiales para visitar la ciudad en el período más clásico de vacaciones. Para no perdérsela, Roma en verano.

El clima en Roma en Otoño

Esta época se caracteriza por sus temperaturas muy favorables para conocer la ciudad, pero a medida que pasan los días el tiempo se vuelve cada vez más frío y lluvioso. Este contraste térmico es más suave cuanto más cerca de la costa y más pronunciado hacia el interior. Empiezan las lluvias, así que lo ideal sería que trajeses un pequeño paraguas o un chubasquero contigo. Unas buenas botas o calzado para la lluvia tampoco estarían de más si no quieres terminar con los pies empapados.

El otoño es una temporada estupenda para viajar a Roma. Empiezan a desaparecer las aglomeraciones de gente y los precios, tanto de aerolíneas como de alojamientos, se vuelven mucho más accesibles. Además, el clima mayormente soleado invita a recorrer la ciudad sin sufrir el intenso calor del verano. Los acontecimientos más señalados son: el Día de Ognissanti el primer día de noviembre (y la noche de Halloween, cada vez más extendida) y las Fiestas de la Constitución e Inmaculada, que tienen lugar entre el 6 y el 8 de diciembre.

Para contemplar el otoño romano, con el río Tíber bordeado de plátanos dorados, te ofrecemos el tour del Castillo de Sant’Angelo. Maravillas del otoño romano que se convierten en arte en las salas de este castillo alado.

Con sus días grises y oscuros, el otoño es el período ideal para disfrutar de los productos de temporada. Entre ellos, destacan las trufas y setas silvestres, el vino joven, las primeras castañas asadas… Pero no todo son días malos, también podrás gozar de la ciudad bajo la luz resplandeciente de una tarde soleada. De hecho, las famosas ottobrate, son jornadas muy características del clima en Roma. Déjate seducir por la belleza de los paisajes de Roma durante la estación más romántica y nostálgica del año.

Vista de los Foros Imperiales desde el Palatino durante un atardecer de otoño.
Salir de la versión móvil