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Basílica de San Pedro

Basilica de San Pedro vista desde la plaza

Desde el siglo IV d. C. la Basílica de San Pedro es la arquitectura que marca la presencia de Pedro en Roma. Una presencia que a lo largo de los siglos, a través de sus sucesores, los papas, se ha unido a la historia de la ciudad. Un templo que, desde el siglo XVI en que se renueva completamente, es símbolo incluso por sus dimensiones de un Orbe que se reúne bajo su techo, se eleva hasta el cielo con su cúpula y navega por la historia como nueva Arca. Por todo ello, es una de las arquitecturas más maravillosas que Roma regala al mundo siendo una de las metas imprescindibles entre los lugares que ver en Roma.

Basílica de San Pedro, símbolo de Roma y de contradicción

La Basílica de San Pedro ha pasado a ser uno de los símbolos de Roma y un lugar donde Roma se hace universal, recibe y mira hacia todo el orbe. La grandeza y hermosura de la construcción son un símbolo de la aspiración por acercar el cielo a la tierra o hacer que la tierra ascienda hasta la cúpula celeste. Grandezas y límites, miserias y aspiraciones convertidas en arquitectura e historia para celebrar al primer papa, el pescador Pedro, que aquí recibió la muerte por ser cristiano.

En todo caso, es un símbolo unido a la imagen que tenemos de Roma, de su arte e historia. Y así sigue inspirándonos, enriqueciendo nuestra imaginación. No te pierdas nuestra visita guiada en San Pedro y Museos Vaticanos si quieres disfrutar de una experiencia única y no sólo informarte.

¿Cómo hacer para participar en la Audiencia papal de los miércoles?

  1. Pasar por el Portone di Bronzo a retirar las entradas gratuitas para poder participar en la Audiencia.
  2. Desde las 09,00 hasta las 19,00 del día anterior a las celebraciones litúrgicas en la basílica de San Pedro.
  3. Con un asistente – guía y transporte ocupándonos nosotros de todo: tour Audiencia con el Papa.

Qué ver en la basílica de San Pedro

La basílica de San Pedro contiene en su interior tesoros de arte y belleza. Nada más entrar a nuestra derecha nos da la bienvenida la Piedad de Miguel Ángel, en su eterna juventud. Hermosas palabras con cuerpo de piedra y un significado que se apoya en mármoles, bronces y colores pero que va mucho más allá. Pasando el tiempo llega hasta nosotros.

Como también vence el tiempo el espacio que Carlo Fontana ha esculpido para la reina Cristina de Suecia. Ella que llegó peregrina a esta Roma y que en ella quiso quedarse, nos ve pasar ante ella al despedirnos de la Piedad.

Un poco más adelante, la capilla dedicada a San Sebastián acoge en cambio la memoria de San Juan Pablo II.

Si alguien quiere entrar en la preciosa Capilla del Santísimo tiene que saber que es un ámbito reservado a quien va a rezar, a estar en silencio, sin fotos, respetando también con el cuerpo y nuestro hacer, este espacio dedicado, que invita, al encuentro con Dios. Con un sagrario que reproduce el Templete del Bramante, la arquitectura, las decoraciones, la luz, indican que el centro de todo está allí dentro.

Descubriendo lo alto, lo pronfundo, lo ancho y lo largo

Otro lugar especial es el centro del crucero. Bajo el Baldaquino de San Pedro construido por Bernini, se encuentra el altar, el lugar de las celebraciones, construido en línea recta sobre la tumba de San Pedro. Hacia lo alto se alza la Cúpula. En lo profundo, bajamos a la Cripta de los Papas y al otro lado de sus muros, estaríamos en el nivel de la necrópolis vaticana. Es realmente un orbe que tiene como piedra a Pedro, que se alza hasta el cielo y nos cruza, en la historia, a todos los que caminamos en esta gigantesca nave – basílica.

M.C. Escher, en el interior de la basílica de San Pedro, todas las líneas confluyen hacia el nadir, la tumba de San Pedro, bajo la cúpula.

Además, entre las grandes obras de arte que se alojan en la basílica, convirtiéndola en un gigantesco coro de las musas (coro musical, luz, arquitectura, escultura, pinturas…), Bernini no dejará de sorprendernos. Él es capaz de crear un cuerpo de bronce y luz para la cátedra de San Pedro. No sólo esto, con su arte también representa un drama en este escenario de la basílica de San Pedro: las tumbas de Urbano VIII y de Alejandro VII son dos formas de representar el drama de nuestras breves vidas en medio del deseo de eternidad.

Visitas guiadas en la Basílica de San Pedro:

Te invitamos a realizar tu experiencia. Un lugar único, grandioso, contradictorio y en cualquier caso, inolvidable. Durante una visita con nuestros guías podrás entrar en la basílica escuchando su voz, sus voces, en cada historia que emerge. Desde la antigua necrópolis con la tumba de San Pedro vas subiendo por los muros de la antigua basílica constantiniana hasta el siglo XV. Allí verás su ruina y reconstrucción, todos los cambios, artistas y personajes que se harán cercanos, conocidos para ilustrarte este maravilloso lugar único en el mundo.

Puedes reservar online, rápida y sencillamente, nuestro tour en grupo para visitar la Basílica de San Pedro. No somos intermediarios y organizamos nosotros los tours con los mejores precios, nuestros guías expertos, nuestra asistencia inmediata in situ.

En alternativa, te ofrecemos:

La Piedad de Miguel Ángel en la Basílica de San Pedro

Cómo vestir para visitar la basílica de San Pedro

Recordad las normas de decoro en el vestir para entrar en la basílica: hombros y piernas cubiertas al menos hasta las rodillas, sin escotes, minifaldas o pantalones cortos. También están prohibidos los objetos punzo-cortantes y las sombrillas.

Ya que hay que pasar por un detector de metales situado en la parte derecha del columnado de Bernini, se forman colas a veces muy largas para entrar en la basílica de S.Pedro. Este problema lo puedes evitar accediendo a la basílica desde los Museos Vaticanos (Capilla Sixtina) o bien madrugando un poco y entrando en la basílica de S. Pedro a las 08.00. Esta es también la mejor hora para encontrar menos gente dentro de la basílica.

Historia y curiosidades

Los inicios de la basílica de San Pedro

El ‘ager Vaticanus‘ tuvo un carácter sagrado ya en tiempos de los etruscos. Esta zona, malsana y marginal de la antigua Roma, fue bonificada en el siglo I y pasó a ser propiedad imperial. En esta zona, Calígula construyó un circo privado, completado por Nerón.  Este circo fue el lugar en donde san Pedro sufrió el martirio. Hacia el 320 Constantino fundó la primera basílica sobre la tumba del apóstol.

Los impresionantes trabajos para allanar la colina vaticana sepultaron la necrópolis pagano-cristiana. La primitiva basílica de San Pedro fue completada por Constante en el 349. El templo pasó a ser un importante centro espiritual. Fue el lugar de la memoria del primer pontífice y símbolo de la legitimación de la fe cristiana por parte del poder imperial. De esta forma, fuera de las murallas de la antigua ciudad surge Borgo, un barrio en torno a la basílica de San Pedro.

Borgo, el barrio surgido en torno a San Pedro, visto desde el río Tíber.

A partir de Carlo Magno al significado religioso se le añadió un significado político con el nacimiento del estado de la Iglesia. Carlo Magno fue coronado por Leon III en la Navidad del año 800. Su encoronación no fue en San Juan de Letrán sino en la basílica de San Pedro, «piedra» tanto de la Iglesia como del nuevo imperio.

Renacimiento de la basílica de San Pedro

Con el regreso de los papas a Roma (1377) tras el exilio en Aviñón, el Vaticano fue elegido como residencia pontificia definitiva suplantando al Laterano.

Con el papa Nicolás V, el primer papa del renacimiento, empieza el período de oro del poder temporal de los papas con una gran transformación de la ciudad y de la basílica de San Pedro.

Poco después Sixto IV hace construir la Capilla Sixtina, consagrada en 1484. Su exterior la hace semejante a una torre mientras que el interior retoma las dimensiones del templo de Salomón.

Durante el s. XVI e inicios del XVII trabajan en la construcción de la nueva basílica arquitectos como Bramante, Rafael, Sangallo, Vignola, Ligorio, Miguel Ángel, Della Porta, Fontana, Maderno y Bernini.

Al final, la nueva basílica de San Pedro fue consagrada por Urbano VIII en 1626. El columnado de plaza San Pedro será construido más tarde por Gian Lorenzo Bernini entre 1656 y 1667.

A la sombra del ‘columnado’ en la plaza ante la Basílica de San Pedro.

«en lo que no vemos, verdad
de la poesía, conciencia
de que en el inmisericorde
transcurso del tiempo
es el agua que nos salva.
Todo esto me dice esta plaza.»

(Santiago Montobbio. Memoria del agua, fe.)

Datos curiosos, en cifras

Os indicamos algunas medidas, aunque lo importante son las sensaciones cuando entras.

Iglesia de Santa María Reina del Mundo en Montreal (Canadá).

«es en Roma la estrella de la noche.
Desde lo alto del Castello di Sant’Angelo
lo sé y lo veo. Descubro también
que es la estrella que hizo el hombre para el hombre.
Esto puede entenderse de modos diversos,
pero no niega a Dios. Dios
está en el hombre. Lo descubre
en el arte, como yo descubro
esta estrella de Roma en la alta noche.»

(Santiago Montobbio, La Estrella de la Noche. San Pedro)

Comer cerca de la basílica de San Pedro

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